¿Es la regulación de los alquileres la mejor opción?

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El mercado del alquiler lleva más de 10 años en tendencia alcista. Una de las cuestiones que rodea al sector inmobiliario en los últimos meses es la posible regulación del precio de los alquileres. Una medida que viene acompañada de muchas dudas. ¿Quién se encargaría de imponer esa regulación? ¿Ayuntamientos, Comunidades Autónomas? ¿Sería legal? 

Para ponernos en situación, la actual Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), parte del principio general de libertad en la fijación de las rentas. Lo único que permite esta ley a las CCAA es que “podrán definir de manera específica y adaptada a su territorio su propio índice de referencia. Para el ejercicio de sus competencias y a los efectos de diseñar sus propias políticas y programas públicos de vivienda”. Es decir, no pueden imponer precios de referencia de carácter vinculante, sino orientativos.

Ahora bien, si se creara una nueva ley que impusiera una limitación de precios o que habilitara a las CCAA para ello, la cosa cambiaría. Además, la segunda opción no sería muy acertada, ya que podría  provocar la desigualdad o migración masiva de inversiones de un territorio a otro.

Sobre los posibles efectos en el sector inmobiliario, existe una opinión generalizada de que en lugar de bajar los precios, ocurriría todo lo contrario, ya que habría una reducción de la oferta de productos.

Regulación de los alquileres en Berlín

Para entender las consecuencias que puede traer la regularización de los alquileres, vamos a hablar de lo que está sucediendo en Berlín, donde recientemente se ha cumplido un año desde que el gobierno municipal impusiera una norma que regula los precios de las viviendas de alquiler.

Tal y como hemos comentamos anteriormente, se ha producido una considerable reducción de la oferta de productos. Es decir, muchas viviendas han desaparecido del mercado de alquiler, ya que los propietarios prefieren ponerlas en ventas que en alquiler debido a su pérdida de valor y rentabilidad. A su vez, el precio de las viviendas de alquiler no reguladas, aquellas que se construyeron después de 2014, se ha encarecido de forma desproporcionan, ya que existe una oferta reducida.

Así, según Bloomberg, compañía estadounidense de asesoría financiera, los datos de Berlín “confirman que la regulación solo beneficia a quien, siendo rico o pobre, ya está instalado en una vivienda regulada”. Y perjudica a todos los demás, “sobre todo a los jóvenes”.

Como vemos, muchos expertos consideran que una regulación del mercado del alquiler no sería la formula más adecuada para buscar un equilibrio entre el deber de respeto del interés patrimonial del arrendador y la función social de la propiedad urbana. Habría que buscar otra solución a un problema en el que los alquileres se llevan más de un tercio de los ingresos de las familias.

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